lunes, 11 de agosto de 2008

SUPLICIO

La cordobesa Georgina Bardach nadó nada en Pekín.
Ganó una medalla en 2004 y después no paró de ganar problemas organizativos, profesionales, personales. La angustia se transformó en la pileta más larga del mundo. Esta mañana, después de quedar eliminada en su segunda participación dijo sentirse contenta porque ahora tiene los objetivos más claros. Se liberó. No va a dejar de competir. No va a dejar de luchar. No va a dejar que los que manejan el deporte en Argentina sigan haciendo nada de nadar.

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