lunes, 7 de enero de 2008

SILVIA. NORMA. SOFIA


Cuando apareció Silvia Pérez en el escenario me acordé de Olmedo, las Playboy y esa época ochentosa de risa ligera y pelos ruludos. Cuando abrió la boca temblaba porque estar ahí después de tanto tiempo era volver y volver y volver.
Cuando apareció Norma Pons en el escenario me acordé de Gasalla, la tele de los noventas, una mina grande de edad y grande de grande. Cuando abrió la boca no quedaron dudas que nunca quedan dudas cuando no se tienen dudas.
Cuando apareció Sofia Gala en el escenario me acordé de las tetas de Moria, de las que no se colgó, de las notas que siempre dio pensando "me chupan un huevo todos hoy, mañana y más tarde". Cuando abrió la boca el teatro se convirtió en cine, con su cara para primer plano y una naturalidad serena, disfrutada, madura.
La obra que estrenaron se llama "Secreto entre mujeres". Tres viudas después de la muerte de un tipo que amó varias veces. Tres generaciones de actrices. Tres sensaciones.
Una revancha. Una confirmación. Un trámite.

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