sábado, 19 de enero de 2008

UN CUERPO ENTRE LAS SOMBRAS

Roberto Arlt nació en la ciudad de Buenos Aires para contarla.
Estoy leyendo Aguafuertes porteñas, un libro que compila las crónicas urbanas que escribió en el diario El Mundo entre 1928 y 1942. Lo que sigue es su mirada de la noche y sus habitantes:

"Prescindiendo de las arterias principales, Buenos Aires después de media noche, es francamente triste. Recorra usted los barrios de Palermo, las calles perdidas de los alrededores de Parque Patricios, Balvanera, alrededores del Once...Puertas cerradas por todas partes, focos que alargan en las veredas estrías de luz grisácea. En las bocacalles la flecha niquelada del agente, y luego la desolación infinita de un mundo que duerme ocho horas la fatiga que acumuló durante el día.
Y a veces, en estas calles, un vagabundo. Bien o mal vestido. No, un vagabundo no. La definición exacta sería ésta: un cuerpo que camina lentamente entre las sombras. Un cuerpo que tiene dos ojos que no miran para afuera sino para adentro y una frente rayada de meditaciones. Camina. Entra en los cuerpos de tinieblas que proyectan las alturas de las casas y sale a la claridad de los focos como si estuviera atravesando subterráneos que cortan al sesgo las luces suspendidas.
Eso es, en apariencia, todo.
Ahora , si se observa un poco, se descubren más cosas. Cada categoría de pensamiento tiene un ritmo de paso. Así he encontrado, en esas calles, hombres que íban rápidamente, no se entreveía hacia dónde, como si huyeran, vaya a saber de qué desastres.
Otros, en cambio, conducen sus pensamientos como ocultándolos, a la sombra de las fachadas, rozando los muros.
Otros van embebidos en un vacío taciturno. Tan es así, que cada hombre llevaría un problema dentro de la noche. Y para poder pensar en él ha tomado la calle; porque la calle da la sensación de distancia, de camino, vaya a saber hacia qué país mejor."

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