viernes, 13 de julio de 2007

UNA MAC TRISTEZA

Cuando llegás a uno de los locales de la cadena de comida rápida, la coreografía es conocida: los empleados sonríen, corren, se atropellan, se apuran, te sugieren agrandar el pedido, te invitan a consumir cosas que no pediste, te dicen que no olvides el sorbete, se visten distinto para diferenciar empleados de gerentes de satisfacción, siempre hay uno que es el mejor del mes porque puede dar el vuelto mientras dice "que lo disfrutes". En definitiva un esfuerzo descomunal por agradar. Ayer salí de trabajar, pedí un combito y cuando estaba condimentando las papas fritas, se acerca la "gerenta de opiniones" y me deja un formulario con preguntas sobre el lugar, calidad, servicio, limpieza, rapidez, calentura de la comida y un largo etc. Respondo en todas las opciones con un ADECUADO. Cuando entrego el papel, la chica me mira con la cara de aquel que acaba de recibir el diagnóstico de una enfermedad terminal, y me pregunta: por qué no muy bueno o excelente?. Intenté explicarle que mis requerimientos en este tipo de lugares difieren de una propuesta gastronómica mas interesante, donde aparecen otros parámetros para evaluar. No logré que cambiara la cara, se puso mal.
Amigos, les quería contar que anoche a una Mac empleada se le borró la sonrisa.

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