lunes, 3 de septiembre de 2007

ESQUINAS

Estaba caminando. En una esquina cualquiera escucho: Mariano!. Me sentí aludido dado que ese es mi nombre. Alguien me estaba llamando desde un lugar cercano. Efectivamente, un compañero de teatro. Nos pusimos a charlar hasta que apareció una amiga de él. Presentaciones, hola cómo va, bien?, me alegro. Seguimos hablando los tres. Al toque, otro amigo de él. Presentaciones, hola cómo va, bien? me alegro. Seguimos hablando los cuatro. Me quedé pensando en la cantidad de amigos que tiene mi compañero de teatro y en el valor de las esquinas, lugares que son generalmente desplazados por los cafés, para la amena tertulia. Me parece que las charlas ocasionales surgidas de encuentros ocasionales en esquinas ocasionales deberían ser más frecuentes.

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