viernes, 21 de septiembre de 2007

PRIMAVERA PODRIDA

Teatro del Libertador. La Banda Sinfónica de la Provincia. El Coro de Cámara del Conservatorio Provincial. Leo Masliah. El título del espectáculo: "Sinfónico-coral".
Todo eso estaba previsto, anunciado en el programa que entregan cuando te dicen dónde tenés que sentarte aún sabiendo dónde tenés que sentarte porque pagaste la entrada con un lugar asignado para sentarte.
Llegué temprano con curiosidad.
Tenía ganas de ver a los músicos. Tenía ganas de saber cómo era un coro de la puta madre en silencio. Tenía ganas de saber cómo era el Teatro con los instrumentos y las gargantas anudadas. Tenía ganas.
Me acomodé en la butaca.
Los músicos estaban practicando, ensayando, mirando las partituras. Algunos más concentrados porque en 15 minutos comenzaba la función. Otros relajados, charlaban, incluso mandaban mensajes de texto y saludaban a los familiares que habían ido.
De pronto apareció este uruguayo nacido en 1954 que compone divertido y que habla divertido, como si se cagara de risa de todo y de todos. Parece un antihéroe. Es o se hace?.
Lo siguió Hadrián Avila Arzuza, colombiano, director, con cara de director, aún sabiendo que esa noche frente a sus dirigidos no era habitual.
Quise pasar un gran día de la primavera.
En un momento todos, todos, el director, los del coro, los músicos, el tipo, la gente, estaban interpretando la canción Agua Podrida. La saben?, el estribillo es fácil: agua podrida, agua podrida, agua podrida podrida, agua podrida, podrida, podridaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Todo estaba previsto, anunciado.
Nada estaba previsto, anunciado.
Es al pedo, nadie puede anticipar la novedad.
Gracias Leo, pasé un gran día de la podrida primavera.

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